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sábado, 26 de noviembre de 2011

Estos genios sí que han brillado

Hace unos días comenté dos películas del tirón. Les hablé de Melancolía y de Habemus Papam, dos películas que me decepcionaron bastante viendo de quienes proceden, los grandes Von Trier y Moretti. En esta ocasión tampoco he querido pasar de largo ante dos nuevos estrenos de otros, para mí, dos grandes directores, Polanski y Cronenberg´. Al último ya se le puede incluir en el club de los selectos tras sus tres últimos trabajos (Una historia de violencia, Promesas del este y Un método peligroso). Ya lo adelanto, pero me parecería penoso que alguno de estos dos directores no tuviese alguna nominación, bien ellos o sus películas en los oscar. El caso de Polanski lo veo más complicado por sus problemas con Estados Unidos, pero al canadiense Cronenberg ya es hora de ir dotándole de gran relevancia.

Un dios salvaje (Carnage)

AÑO 2011
DURACIÓN 79 min.
PAÍS Francia
DIRECTOR Roman Polanski
GUIÓN Roman Polanski, Yasmina Reza (Obra: Yasmina Reza)
MÚSICA Alexandre Desplat
FOTOGRAFÍA Pawel Edelman
REPARTO Kate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster, John C. Reilly
PRODUCTORA Coproducción Francia-Polonia-Alemania-España; France 2 Cinema / Versatil Cinema /Constantin Film Produktion / SBS Productions / SPI Poland
WEB OFICIAL http://www.sonyclassics.com/carnage/
PREMIOS 2011: Festival de Venecia: Sección oficial a concurso
GÉNERO Comedia. Drama | Comedia negra

Como en los oscar no estará, y Francia no la va a seleccionar para que la represente, aunque la dotará de nominaciones espero en los César, probablemente, el nuevo trabajo de Roman Polanski (El pianista, El escritor) es de lo mejor que se ha estrenado este año. Como ya decía antes, los grandes han vuelto, y en esta segunda tanda parece que todo ha ido a mejor.

En esta ocasión el director parisino ha adaptado a la gran pantalla la obra teatral de Yasmina Reza de mismo título. La historia narra las disputas entre dos matrimonios a causa de una pelea que han tenido sus hijos a la salida del colegio. Si sólo se quedasen con esto no pensarán todo lo que puede sacarse de esta obra. En un tono de comedia muy muy negra, sin caer en lo absurdo, Polanski define a las personas, a las clases sociales, a los hombres y a las mujeres. A veces de forma muy hábil y sibilina, otras veces es directo, agresivo, duro, salvaje.

La historia está rodada del tirón, como si fuese una obra teatral. La acción transcurre en un solo día y en un sólo lugar, la casa del matrimonio del hijo que resultó herido en la pelea de chiquillos.

Desde el principio todo apunta que aquello va a ir a peor. Sólo hay que ver la primera escena en la que los padres de la víctima están redactando una carta acerca de lo ocurrido y los padres del agresor corrigen una palabra. Desde ese momento comienzan a volar los cuchillos, al principio de forma armónica, sin levantar la voz. Y poco a poco la intensidad se va elevando hasta alcanzar el clímax de máxima tensión donde todos estallan. No sólo se critican una pareja a la otra, sino que se terminan criticando entre ellos, los unos a los otros. Entonces surgen alianzas, los hombres por un lado, las mujeres por otro, pero con la diferencia que ellas no se soportan y acaban solas, cada una con su causa. Los hombres por su parte encontraron la unión en la simpleza ya hartos de lo que estaban soportando y que no veían lógico. Si los chavales se pegan, pues se pegan, pero no hay que hacer un drama, se habla con ellos, se les echa la bronca y que se pidan perdón, pero no hay que sacar las cosas de quicio, como ocurre en Carnage.


Los actores siempre son claves en la historia. Una película es buena si tiene una buena historia y buenos actores que sepan sacar adelante aquello que el director les pide. En esta ocasión se ha juntado todo. Una gran historia, un gran director y cuatro fantásticos actores a cada cual mejor. Por encima del cuarteto protagonista y único destaco a Kate Winslet. Está soberbia. Comedida cuando debe y descontrolada también en el momento adecuado. Me tiene enloquecido. Papel que hace, personaje que borda. ¿Cómo lo hará? Solo los grandes actores pueden hacerlo. En esta ocasión su personaje empieza comedido, tímido, con modales, tratando de guardar apariencias, sobre todo defectos. A medida que su marido, Christoph Waltz, va poniéndose y poniendo más nervioso al auditorio y a los otros tres protagonistas con su teléfono, ella, va cambiando su apariencia hasta acabar saltando. La primera persona que trata de mediar en el asunto termina por romper sus esquemas y violar su código para comportarse verdaderamente como ella, interiormente, desea desde un principio. Cosa que no hacen ni el personaje de Jodie Foster ni de Waltz, los cuales desde el principio no se cortan ni un pelo y se enzarzan en una discusión que desde el comienzo no se la ve fin bueno, bueno, no se le ve fin mejor dicho, pues ninguno se pone de acuerdo. Por el contrario, lo mismo que le pasa al personaje de Winslet le ocurre de forma parecida al de John C.Reilly. Un gran actor muy mal tratado por la academia, pues en muchos casos ha realizado grandes papeles con los que no ha sido reconocido. En esta ocasión su personaje, completamente distinto al de Winslet, pasa por los mismos estadios que el de su compañera. Lo mismo ocurre con los de Waltz y Foster. Parece que las verdaderas parejas debieran formase entre los contrarios, pero tampoco, ni lo uno ni lo otro. A Foster no se la entendería sin Reilly ni a Winslet sin Waltz. Espero que me entiendan, pues es lioso.

Música apenas tiene, no hace falta, el ritmo lo pone la intensidad de los actores con sus diálogos. Pero lo que siempre está en todas las obras de Polanski, y que en esta ocasión tampoco ha faltado es el ambiente de tensión que se respira en todas las películas. Uno desde el primer segundo ya intuye que algo va a pasar, y que por lo general va a ser malo. Por esto y por haberme hecho pasar una hora y veinte minutos atrapado en el sillón del cine riendo sin parar y viendo cómo es el ser humano verdaderamente, gracias Roman.

Lo mejor: Kate Winslet y Roman Polanski haciendo comedia

Lo peor: La escena del vómito (demasiado visual)

Nota: 8.5




Un método peligroso
TÍTULO ORIGINAL A Dangerous Method
AÑO 2011
DURACIÓN 93 min.
PAÍS Canadá
DIRECTOR David Cronenberg
GUIÓN David Cronenberg (Novela: Christopher Hampton)
MÚSICA Howard Shore
FOTOGRAFÍA Peter Suschitzky
REPARTO Keira Knightley, Viggo Mortensen, Michael Fassbender, Vincent Cassel, Sarah Gadon, Katharina Palm, Christian Serritiello, Andrea Magro, Bjorn Geske, Franziska Arndt, Wladimir Matuchin, Clemens Giebel
PRODUCTORA Co-producción Canadá-Reino Unido-Alemania-Suiza; Recorded Picture Company (RPC) / Lago Film / Prospero Pictures / Millbrook Pictures
WEB OFICIAL http://adangerousmethod-themovie.com/
PREMIOS 2011: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso
2011: Festival de Toronto: Sección oficial largometrajes a concurso
GÉNERO Drama | Biográfico

No me apetece considerar, de Cronenberg, sus anteriores filmes a Una historia de violencia. Quizás su mejor película hasta el momento y que será difícil superar pese a haber alcanzado un nivel de notable alto-sobresaliente con sus últimos trabajos. En esta ocasión nos trae la historia entre dos psicólogos, Freud (Viggo Mortensen) y Jung (Michael Fassbender), y de cómo fue su relación y la que tuvieron con una paciente en particular, Sabina Spielrein, excelentemente interpretada por una soberbia Keira Knightley, para mí, el mejor personaje y la mejor actriz.

Realmente la historia está más centrada en cómo Gustav Jung, tras una reunión de 17 horas con su admirado compañero de profesión, Freud, comienza a comportarse verdaderamente como él desea, a sabiendas de que aquello le hace daño, pero que por instinto no puede evitar hacer, y no es otra cosa que sucumbir a sus bajas pasiones con la paciente Spielrein (la cual tiene problemas psicológicos debido a unos turbulentos problemas sexuales). Todo ello va hilado con una disputa por la supremacía en el campo de la psicología. Freud no quiere dejar el primer escalón en pos de un duro y joven aspirante. Entonces trata de ponerle todas las trabas del mundo. Quizás lo hace por miedo a perder fama, o quizás porque verdaderamente él hubiera querido sucumbir a sus bajas pasiones, y que, debido a la edad, ya no puede hacerlo, sería patético. Por ello se comporta como se comporta y trata a Jung como lo que para él es, un gran médico, judío (lo cual le marca muchas diferencias con el ario de Freud), joven y adinerado.


Fuera de que Knightley supera con creces cualquiera de sus anteriores interpretaciones, no sabría decir quien de los actores masculinos está mejor, si Fassbender o Mortensen. Quizás me quede con Viggo por hacer un personaje mucho más complicado que el de Michael. Ha tenido que lidiar con la más fea como se suele decir. Apenas tenía que hacer actos, sólo poner caras, decir frases, fumar. Y eso me resulta mucho más complicado que todo aquello que tenía que realizar su antagónico, pues al tener más acción, puede ocultar más un bajón a la hora de actuar, cosa que no muestra.

La música me encantó. La ambientación es fantástica. Aunque los efectos especiales de las escenas en el trasatlántico le fallen un poco. La puesta en escena es magnífica. Siempre me recordó a Polanski en una cosa, y que es la que caracteriza a Roman, que hay tensión desde el minuto primero. Sabes que algo va a pasar. Va a ocurri algo malo y a ver cómo sale el protagonista de esa. Cronenberg para mí se ha convertido en un gran contador de historias. Desde Una historia de violencia no pierde el hilo a sus argumentos. Ya no se va por las ramas como antaño. No desvaría. Es más explícito eso sí, quizás pueda y deba comedirse un poco, pero eso le quitaría personalidad a sus obras. Ya quiero tenerla en DVD y estoy esperando a las siguentes suyas. Quizás me aventure, pero si ninguno de los tres protagonistas, sobre todo Keira, no están nominados a los oscar, me voy a llevar una decepción salvo que después vengan grandes películas de otros genios.


Lo mejor: Keira Knightley

Lo peor: Los efectos especiales

Nota: 8.5

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