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lunes, 6 de diciembre de 2010

Gosling, un actor de verdad


Título: ‘Lars y una chica de verdad’
Título Original: ‘Lars and the real girl’
Director: Graig Gillespie.
Intérpretes: Ryan Gosling, Paul Schneider, Emily Mortimer, Patricia Clarkson
Guión: Nancy Oliver.
Producción: Sidney Kimmel, John Cameron y Sarah Aubrey.
Música: David Torn.
Fotografía: Adam Kimmel.
Montaje: Tatiana S. Riegel.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 106 min.
Género: Comedia dramática.
¡Qué complicado es hacer buen cine con un presupuesto modesto! Aún así, Graig Gillespie (Mr.Woodwock, 2007), ha conseguido con su última película, Lars y una chica de verdad, una obra maestra, partiendo de la sencillez y de un tema que no se muestra así, en tono de comedia, muy a menudo en la pantalla, la soledad.
Lars (R.Gosling) es un chico que vive sólo. Muestra problemas de comunicación con los demás debido a su timidez. Gracias a un excéntrico compañero de trabajo, su problema torna en locura al encargar una muñeca sexual a tamaño natural, a la cual trata como una persona normal, es más la trata como a su novia. Su familia, su hermano y su mujer (P.Schneider y E.Mortimer), y todo el pueblo, le siguen el juego al tratar como si fuera una igual a Bianca, la muñeca de Lars. Todos se vuelcan a ayudar a Lars, pero Lars no es quien parece necesitar la ayuda.
Es una película que sigue la estructura clásica. Primero se nos presenta al personaje, su conflicto y, se plantea el primer giro, buscar una novia. Un giro que tiene el aliciente absurdo de que la novia es una muñeca. La historia avanza a ritmo de carcajadas y de situaciones surrealistas que gracias al gran guión y al trabajo excelente de los actores, sobre todo, Ryan Gosling y Emily Mortimer, se lleva hasta el segundo giro, la enfermedad de la novia de Lars. De nuevo una situación un tanto grotesca a la par que cómica pues vemos que, debido a la colaboración de todo el pueblo por ayudar a Lars, hacen el paripé e ingresan a Bianca.
Lars es un tipo normal, con un trabajo normal. Va a misa todos los domingos, pero su comportamiento es extraño debido a sus problemas de comunicación. Es muy tímido, le cuesta abrirse a los demás (hecho que vemos al negarse siempre a salir con su compañera de trabajo). Y al ser incentivado constantemente por sus amigos y familiares a buscar una novia, decide tomar el camino fácil que le propone su compañero de trabajo. El protagonista busca con este hecho dos cosas. La primera es calmar a sus allegados en cuanto a la insistencia de que se relacione con más gente. La segunda es buscar la felicidad. Una felicidad que Lars encuentra, al menos por momentos para asombro de su familia y amigos, quienes verdaderamente se dan cuenta al tratar a Lars en ese momento, de que ellos no son tan felices como creen.
Ryan Gosling vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores americanos que hay en el panorama actual. Y eso que nunca ha tomado clases de interpretación. Recordemos que estuvo nominado al oscar a mejor actor principal por este papel. El resto del reparto está correcto, pero cabe destacar el papel de Emily Mortimer, la cuñada de Gosling en la ficción, un personaje perseverante a la par que tierno que es el que más se implica con el protagonista.
En cuanto a los aspectos técnicos, cabe destacar el montaje lineal y la sencillez de la producción, pues liga de forma brillante con la típica, pero poco contada historia que se nos recrea con Lars como protagonista, un hombre al que tachan de loco y que no está enfermo, ya que sólo quiere ser feliz.
El final es conmovedor, hace que nos demos cuenta de por qué nos gusta el cine. En fin, Lars y una chica de verdad es una película deliciosa que se ve con una sonrisa en la cara y con un punto de ternura durante la hora y cuarenta minutos que dura, pues rápidamente se empatiza con el personaje y su entorno. A todo esto ayuda muchísimo la banda sonora, que es sensacional, porque ¿quién no se ha sentido alguna vez como Lars?
JVF

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