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sábado, 24 de septiembre de 2011

Nuestro Harry el sucio


TÍTULO ORIGINAL No habrá paz para los malvados
AÑO 2011 Ver trailer externo
DURACIÓN 104 min.
PAÍS: España
DIRECTOR Enrique Urbizu
GUIÓN Michel Gaztambide, Enrique Urbizu
MÚSICA Mario de Benito
FOTOGRAFÍA Unax Mendía
REPARTO José Coronado, Rodolfo Sancho, Helena Miquel, Juanjo Artero, Pedro María Sánchez, Nadia Casado, Younes Bachir, Karim El Kerem, Abdel Ali El Aziz, Nasser Saleh, Juan Pablo Schuck, Eduard Farelo
PRODUCTORA Lazonafilms / Telecinco Cinema
GÉNERO Thriller | Drogas. Policíaco

Pasa demasiado tiempo desde que Urbizu hace una película hasta que lanza la siguiente. Esta última quizás sea la que le termine de consagrar. Sin duda es su mejor filme. Un thriller policíaco violento, duro, oscuro, poético... Cuenta con numerosas caras conocidas de la pequeña pantalla, como la mayoría de las películas españolas, pero todos los actores están muy bien. Brilla por encima del resto un sensacional y abrumador, porque he de decir que me asustó por lo turbio que era, José Coronado, probablemente en el mejor papel de su carrera. Huele a Goya, y ahora mismo sería una pena por lo menos que no le nominasen.

Urbizu nos cuenta el día a día de Santos Trinidad (Coronado), un policía de la rama de desaparecidos que busca a una joven desaparecida. Santos es un hombre con un pasado oscuro, familia desestructurada, que se da fácilmente a la bebida para tratar de olvidar sus males. Está harto de su profesión, que no es más que su vida, que parece poco, y quiere acabar con ella lo antes posible. Pero se ve inmerso en un triple asesinato. Uno de los presentes en el lugar de los hechos escapa, y Santos va tras él para elimnarle y así evitar que hable. Mientras que al que persiguie Santos, homicidios también le sigue los pasos a ambos. Lo más curioso de todo es que a medida que avanza la trama, todo lo que parecía un simple ajuste de cuentas por un problema de drogas es algo mucho más serio. Y tanto Santos, como el resto de policías, tratan de dar caza a los terroristas cada uno por su lado y con sus particulares métodos. Uno lo hace por libre, siempre un paso por delante de sus compañeros de cuerpo y los otros siguiendo pistas, atan cabos, así hasta llegar a cada prueba pericial para poder resolver el caso. Un caso que acaba de forma maestra en una rellerta entre los terroristas y el propio Santos. El final no lo desvelaré pero es de lo más poético que se ha podido ver en el cine últimamente. Uno acaba cogiendo cariño por una persona mezquina como el hombre al que interpreta Coronado.

La violencia que muestra Urbizu, se suma a la que enseñó Monzón en su Celda 211, de la que tampoco nadie quedó bien parado. La oscuridad de la trama y de los propios personajes, pues a cada cual guardan muchos más secretos que se notan en la mirada, en la forma de actuar, en sus casas, en sus vestimentas, todo se muestra de forma muy sutil. El director permite así que el espectador pueda entrar en una historia conmovedora, dura, morbosa, con facilidad. Todos quieren enseguida atrapar al malo de la historia y además hacerlo con violencia, al más puro estilo Harry el sucio o Una historia de Violencia.

La poesía se va desarrollando suavemente, sin mucho estruendo musical, apenas hay banda sonora más que para poner tensión a partes de transición. Los silencios entre diálogo y diálogo dicen muchas cosas. Las miradas dan información clave. Y esto hace que la película empatice fácilmente con el espectador.

El magnífico guión, los perfectos personajes. La maravillosa ambientación en unas afueras desconocidísimas de Madrid. Dotan a No habrá paz para los malvados de una magnificiencia, belleza y peso, que hacen de la séptima película de Urbizu un clásico, una obra maestra.

Lo mejor: Jósé Coronado y el final.
Lo peor: La publicidad subliminal y la escena de los toros. No vienen a cuento.
Nota: 10

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